Abro esta entrada con las palabras de una de las mujeres de la Generación del 27. Las mujeres del 27 fueron mujeres comprometidas que alcanzaron unos niveles creativos similares a los de sus compañeros de generación aunque han sido durante mucho tiempo las olvidadas. Puedes conocerlas mucho mejor a través del siguiente documental:
Quisiera tener varias sonrisas
Quisiera tener varias sonrisas de recambio
y un vasto repertorio de modos de expresarme.
O bien con la palabra, o bien con la manera,
buscar el hábil gesto que pudiera escudarme…
Y al igual que en el gesto buscar en la mentira
diferentes disfraces, bien vestir el engaño;
y poder, sin conciencia, ir haciendo a las gentes,
con sutil maniobra, la caricia del daño.
Yo quisiera ¡y no puedo! ser como son los otros,
los que pueblan el mundo y se llaman humanos:
siempre el beso en el labio, ocultando los hechos
y al final… el lavarse tan tranquilos las manos.
Concha Méndez Cuesta
He elegido este poema porque habla de las posibilidades que tiene el lenguaje tanto verbal como no verbal para falsear el mensaje. La palabra como un lugar tras el que esconderse. Concha Méndez no puede identificarse con ese modo de expresarse aunque, irónicamente, lo ansíe.
Espero que vosotros añadáis vuestro poema seleccionado en los comentarios a esta entrada.
Poema elegido por Carlos Carmona, que ha tenido dificultades para incluir su comentario. Espero que ya podáis incluir vuestros poemas seleccionados sin problema.
ResponderEliminarEl mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
He elegido este poema de Rafael Alberti porque comprendo los sentimientos y la nostalgia que provoca la separación del autor y del mar (su tierra), para irse a la ciudad cuando era un niño. Es uno de los poemas que más me atrae porque para mí guarda una gran sensibilidad.
Uno de los poemas más conocidos de Alberti y muy fácil de memorizar porque sigue las pautas de la poesía popular dotándola de una nostalgia intensa de su amado mar de Cádiz. Muy bien, Carlos, por romper el hielo y ser el más puntual en la entrega.
EliminarMªTeresa Paradas del Arca
ResponderEliminarTe quiero
Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena.
O iracundo como órgano tempestuoso.
Te lo he dicho con el sol,
que dora cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes.
Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas.
Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino.
Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela en un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.
Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.
He elegido este poema de Luis Cernuda incluido en Los placeres prohibidos por la profunda declaración de amor hecha por el poeta sin tapujos y para que todo el mundo lo sepa. Un amor que no le es suficiente, más allá incluso de lo terrenal. Me llama la atención la facilidad de Cernuda para expresar un sentimiento tan complejo como es el amor.
También es uno de mis poemas favoritos de Luis Cernuda, un hermoso poema de amor. Una buena elección, Teresa.
EliminarDavid del Pozo Conejo (T2A)
ResponderEliminarEl aburrimiento (Rafael Alberti)
Me aburro.
Me aburro.
Me aburro.
¡Cómo en Roma me aburro!
Más que nunca me aburro.
Estoy muy aburrido.
¡Qué aburrido estoy!
Quiero decir de todas las maneras
lo aburrido que estoy.
Todos ven en mi cara mi gran aburrimiento.
Innegable, señor.
Es indisimulable.
¿Está usted aburrido?
Me parece que está usted muy aburrido.
Dígame, ¿adónde va tan aburrido?
¿Que usted va a las iglesias con ese aburrimiento?
No es posible, señor, que vaya a las iglesias
con ese aburrimiento.
¿Que a los museos -dice- siendo tan aburrido?
¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy?
¡Qué aire de aburrimiento!
A la legua se ve su gran aburrimiento.
Mi gran aburrimiento.
Lo aburrido que estoy.
Y sin embargo... ¡Oooh!
He pisado una caca...
Acabo de pisar -¡santo Dios!- una caca...
Dicen que trae suerte el pisar una caca...
Que trae mucha suerte el pisar una caca...
¿Suerte, señores, suerte?
¿La suerte... la... la suerte?
Estoy pegado al suelo.
No puedo caminar.
Ahora sí que ya nunca volveré a caminar.
Me aburro, ay, me aburro.
Más que nunca me aburro.
Muerto de aburrimiento.
No hablo más...
Me morí.
Este poema titulado "El aburrimiento" de Rafael Alberti pertenece a "Roma, peligro para caminantes". He elegido este poema porque me parece bastante peculiar y me siento identificado con ese aburrimiento que se nota que el siente, pero yo leyendo poesía, y al ver este poema pues me he alegrado y me he dispuesto a publicarlo aquí.
Añado que este poema podría ser una propuesta para comentario de texto y así poder analizar y comprender mejor a Rafael Alberti.
EliminarGracias por elegir un poema cargado de humor e ironía y también con mucho sentido por qué quién no ha sentido alguna vez ese aburrimiento del que habla Alberti. Gracias por tu propuesta, David.
EliminarMe gustas cuando callas porque estás como ausente,
ResponderEliminary me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
He elegido este poema de Pablo Neruda ya que expresa el sufrimiento que a veces conlleva el amor, la pasión entre dos enamorados y el afecto simple, sin distracciones.
Uno de los famosos Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda que compartió vida y quehaceres poéticos con varios de los miembros de la Generación del 27, es también uno de sus poemas más conocidos. Bien, Paula.
EliminarAna Rodríguez Santaella
ResponderEliminarLa niña que se va al mar
¡Qué blanca lleva la falda
la niña que se va al mar!
¡Ay niña, no te la manche
la tinta del calamar!
¡Qué blancas tus manos, niña,
que te vas sin suspirar!
¡Ay niña, no te las manche
la tinta del calamar!
¡Qué blanco tu corazón
y qué blanco tu mirar!
¡Ay niña, no te los manche
la tinta del calamar!
Rafael Alberti
He elegido este poema porque pertenece a uno de mis primeros libros de poemas que tuve cuando era pequeña, por lo que me recuerda a mi infancia, esa infancia que Rafael Alberti ha retratado en el poema, una infancia cargada de inocencia que si va sin más, quedando manchada la pureza. Además en el poema está presente el amado mar de Alberti, un rasgo muy común en toda su obra.
Qué bien que te iniciaras en la infancia en la poesía, quien la descubre tiene un tesoro. Espero que vuelvas muchas veces a tus libros de poesía y descubras nuevos mensajes. Muy bien, Ana.
EliminarVictoria Guillén Campos
ResponderEliminarTiempo de mar
El mar me pertenece
lo hago pasar entero
entre mis manos ávidas.
Lo acaricio le doy
la única mirada
sencilla que me queda
la que aún no han manchado
ni el miedo ni la muerte.
Mar limpio entre mis dedos
goteando esperanzas
porque sostiene aún
un velamen con brisa.
Mar de todos los mares
hoy contemplo en su espuma
otros mares antiguos:
aquel de mi primer
contacto con las playas
y el de aquellas lecturas
codiciosas e incómodas
bajo algún tamarindo.
y aquel otro del trópico
sin huellas de turistas
con esa pulpa tierna
que ofrece el cocotero.
Quiero olvidar aquí
lo que sucedió anoche.
el mar no tiene culpa.
Es dócil, mío, puro,
es un lebrel que lame
mis plantas mansamente.
Ernestina de Champourcín
He elegido este poema de Ernestina de Champourcín que pertenece a su obra "Primer exilio" porque en él expresa la nostalgia que el mar le provoca, y le hace recordar la situación en España, de donde tuvo que marchar por el estallido de la Guerra Civil. Además, quería dar sororidad a una de esas mujeres que formaron parte de esta Generación, Las Sinsombrero, y sin embargo, apenas son conocidas
Gracias, Victoria, por seguir mi sugerencia de incorporar las voces femeninas de la Generación del 27 a nuestra antología. Comparte con el poema incluido más arriba esa añoranza por el mar, pero aquí es el mar puro antes de la pérdida de ...la inocencia, tal vez.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBécquer - Rima IV
ResponderEliminarNo digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la humana ciencia no descubra
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a do camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa
¡habrá poesía!
He elegido este poema que a pesar de no ser de un autor de dicha generación, fue una gran inspiración para dicha generación y creo que es muy importante ya que sin inspiración la poesía no llega a ningún puerto. Esta poesía además es para mi la favorita y además aparece numerosas veces en la vida diaria.
Sara Laportosa Prados
Cierto, Becquer va a ser uno de los autores que va a influir en la Generación del 27, de hecho Cernuda elige uno de sus versos para titular uno de sus libros: Donde habite el olvido. Pedíamos, sin embargo, poemas de autores de la Generación del 27, o , al menos contemporáneos a ellos.
EliminarRafael González Garrido
ResponderEliminarMis prisiones
Sentirse solo en medio de la vida
casi es reinar, pero sentirse solo
en medio del olvido, en el oscuro
campo de un corazón, es estar preso,
sin que siquiera una avecilla trine
para darme noticias de la aurora.
Y el estar preso en varios corazones,
sin alcanzar conciencia de cuál sea
la verdadera cárcel de mi alma,
ser el centro de opuestas voluntades,
si no es morir, es envidiar la muerte.
Manuel Altolaguirre
He elegido este poema de Manuel Altolaguirre porque es una obra que me transmite con pocas palabras muchas emociones. Releyendo puedo decir que las cárceles del alma nos la creamos nosotros mismos y en ellas nos metemos, y destacar sobre todo el sentimiento que me inspiran sus últimos dos versos:
"ser el centro de opuestas voluntades,
si no es morir, es envidiar la muerte."
Profunda reflexión te ha inspirado este poema del malagueño Altolaguirre. Muy bien Rafael. En el poema se descubren ecos del Romance del prisionero, del Romancero viejo.
EliminarRafael Alberti, A galopar
ResponderEliminarLas tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras de España, en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo,
caballo cuatralbo,
caballo de espuma.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
que la tierra es tuya.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
El motivo de mi elección a la hora de publicar y comentar este poema ha sido el interés desde el punto de vista histórico que suscita en mí el mensaje del mismo, la lucha de los jornaleros por la propiedad de la tierra que tuvo lugar en el campo español en el primer tercio del siglo XX y también posteriormente; siendo ello extensivo a otros trabajadores en el contexto de los movimientos obreros. Históricamente la literatura ha sido empleada como herramienta reivindicativa, este proceso se dio en la poesía española en la década de los 30 de la mano de autores tales como Miguel Hernández quien cultivó una poesía social en obras como Andaluces de Jaén.
Muy bien, Pablo, por incluir las inquietudes sociales que comparten también varios de los poetas de la Generación del 27. Como ya sabéis Alberti y María Teresa León, su compañera, defendieron sus ideas políticas desde la acción y también en sus escritos.
EliminarCanción tonta De Federico García Lorca
ResponderEliminarMamá.
Yo quiero ser de plata.
Hijo,
Tendrás mucho frío.
Mamá.
Yo quiero ser de agua.
Hijo,
Tendrás mucho frío.
Mamá.
Bórdame en tu almohada.
¡Eso sí!
¡ Ahora mismo!
El primer motivo por el que elegí este poema fue el que el titulo, me pareció divertido.
Después al leer el poema me gustó por que yo lo entiendo como un niño que es inocente y curioso y quiere ser cosas imposibles, y una madre que sabe que eso no puede hacerse realidad y en lugar de decir , hijo eso es imposible le sigue un poco el juego pare no romper su ilusión y creatividad. Ese cariño también lo entiendo en los últimos cuatro versos donde se ve que la madre está deseosa de cumplir lo que quiere su hijo. Yo no se si este sería la intención del autor pero es como yo la entiendo y por eso me parece muy bonita.
Cristian Pacheco Sanchez
Estoy de acuerdo contigo, Cristian, es un poema muy tierno que refleja la inocencia del niño y el amor de la madre a través de un breve diálogo en el que intervienen las dos voces poéticas. Muy bien.
EliminarDaniel García Aguilar.
ResponderEliminarBELLA,
como en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella.
Bella,
de finas manos y delgados pies
como un caballito de plata,
andando, flor del mundo,
así te veo,
bella.
Bella,
con un nido de cobre enmarañado
en tu cabeza, un nido
color de miel sombría
donde mi corazón arde y reposa,
bella.
Bella,
no te caben los ojos en la cara,
no te caben los ojos en la tierra.
Hay países, hay ríos
en tus ojos,
mi patria está en tus ojos,
yo camino por ellos,
ellos dan luz al mundo
por donde yo camino,
bella.
Bella,
tus senos son como dos panes hechos
de tierra cereal y luna de oro,
bella.
Bella,
tu cintura
la hizo mi brazo como un río cuando
pasó mil años por tu dulce cuerpo,
bella.
Bella,
no hay nada como tus caderas,
tal vez la tierra tiene
en algún sitio oculto
la curva y el aroma de tu cuerpo,
tal vez en algún sitio,
bella.
Bella, mi bella,
tu voz, tu piel, tus uñas
bella, mi bella,
tu ser, tu luz, tu sombra,
bella,
todo eso es mío, bella,
todo eso es mío, mía,
cuando andas o reposas,
cuando cantas o duermes,
cuando sufres o sueñas,
siempre,
cuando estás cerca o lejos,
siempre,
eres mía, mi bella,
siempre.
He elegido este poema porque en general me gusta la poesía de Pablo Neruda, además de que este poema lo conocía de haberlo leído hace un tiempo.
Es un poema de amor que sigue las ideas tradicionales de la belleza de la amada y el deseo de posesión y de eternidad. Bien, Daniel.
EliminarPoema elegido por Santiago Pavón
ResponderEliminarTe amo, sueño del viento:
confluyes con mis dedos olvidados del norte
en las dulces mañanas del mundo cabeza abajo
cuando es fácil sonreír porque la lluvia es blanda.
En el seno de un río viajar es delicia;
oh peces amigos, decidme el secreto de los ojos abiertos,
de las miradas mías que van a dar en la mar,
sosteniendo las quillas de los barcos lejanos.
Yo os amo, viajadores del mundo, los que dormís sobre el agua,
hombres que van a América en busca de sus vestidos,
los que dejan en la playa su desnudez dolida
y sobre las cubiertas del barco atraen el rayo de la luna.
Caminar esperando es risueño, es hermoso,
la plata y el oro no han cambiado de fondo,
botan sobre las ondas, sobre el lomo escamado
y hacen música o sueño para los pelos más rubios.
Por el fondo de un río mi deseo se marcha
de los pueblos innúmeros que he tenido en las yemas,
esas oscuridades que vestido de negro
he dejado ya lejos dibujadas en espalda.
La esperanza es la tierra, es la mejilla,
es un inmenso párpado donde yo sé que existo.
¿Te acuerdas? Para el mundo he nacido una noche
en que era suma y resta la clave de los sueños.
Peces, árboles, piedras, corazones, medallas,
sobre vuestras concéntricas ondas, sí, detenidas,
yo me muevo y, si giro, me busco, oh centro, oh centro,
camino, viajadores del mundo, del futuro existente,
más allá de los mares, en mis pulsos que laten.
Mañana no viviré (“La destrucción o el amor” de Vicente Aleixandre)
Elegí este poema por tratar mi tema favorito dentro de la poesía, el amor, y lo muestra con dolor, incomprensión y gran belleza. El juego de los viajeros de América, y el recurso de los peces y sus ojos abiertos, todo muy bien elegido y acertado. Es la gran creatividad y profundidad, junto a ser amoroso el tema, lo que definitivamente hizo que me decantase por él.
Vicente Aleixandre, efectivamente es otro de los poetas que canta al amor y utiliza el versículo propio de los autores que siguen el surrealismo. Es muy hermoso, Santiago. Buena elección.
EliminarCierto la guitarra forma parte de la cultura gitana y los gitanos están muy presente en la emblemática obra de Lorca, Romancero gitano, aunque el más tarde rechazaba que se le identificara solo con la cultura y el mito gitano. La música fue muy importante para Lorca y formó parte de su educación literaria y artística. Bien, Carlos.
ResponderEliminar
ResponderEliminarALTA VA LA LUNA de Federico García Lorca
Alta va la luna.
Bajo corre el viento.
(Mis largas miradas,exploran el cielo.)
Luna sobre el agua.
Luna bajo el viento.
(Mis cortas miradas,exploran el suelo.)
Las voces de dos niñas
venían. Sin esfuerzo,
de la luna del agua,
me fui a la del cielo.
He elegido este poema ya que es de un autor andaluz y habla sobre la noche el cual es un tema que me gusta mucho.
Otro ejemplo de poesía popular, presente uno de los símbolos preferidos de Lorca: la Luna y la voz de la naturaleza heredada de los románticos. Bien, Curro.
Eliminar