Elige un poema de un autor de la generación del 27, cópialo
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LA VOZ A TI DEBIDA de Pedro Salinas
(Versos 494 a 521)
(Versos 494 a 521)
Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».
Este poema es una declaración de amor apasionado, libre de ataduras y de etiquetas,
en el que se manifiesta el deseo de que los enamorados se muestren auténticos y únicos
el uno para el otro. Este es uno sus poemas más conocidos publicado en su libro La voz a ti debida,
poesía de vanguardiade la segunda etapa del poeta, en la que alcanza su madurez lírica marcada
por este poemario y Razón de Amor (1936). En ambos libros, el amor es el tema central de la mayoría
poesía de vanguardiade la segunda etapa del poeta, en la que alcanza su madurez lírica marcada
por este poemario y Razón de Amor (1936). En ambos libros, el amor es el tema central de la mayoría
de las composiciones, pero la mujer a la que van destinados los versos es una pura idealización,
es una y todas las mujeres a la vez.
EN LA PLAZA poema de Vicente Alexaindre
ResponderEliminarHermoso es, hermosamente humilde y confiante, vivificador y profundo,
sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido,
llevado, conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.
No es bueno
quedarse en la orilla
como el malecón o como el molusco que quiere calcáreamente imitar a la roca.
Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha
de fluir y perderse,
encontrándose en el movimiento con que el gran corazón de los hombres palpita extendido.
Como ese que vive ahí, ignoro en qué piso,
y le he visto bajar por unas escaleras
y adentrarse valientemente entre la multitud y perderse.
La gran masa pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.
Allí, ¿quién lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe, con temeroso denuedo,
con silenciosa humildad, allí él también
transcurría.
Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.
Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,
un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,
su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.
Y era el serpear que se movía
como un único ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,
pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.
Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.
Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos extraños y la interrogación en la boca,
quisieras algo preguntar a tu imagen,
no te busques en el espejo,
en un extinto diálogo en que no te oyes.
Baja, baja despacio y búscate entre los otros.
Allí están todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.
Entra despacio, como el bañista que, temeroso, con mucho amor y recelo al agua,
introduce primero sus pies en la espuma,
y siente el agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.
Y ahora con el agua en la cintura todavía no se confía.
Pero él extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos y se entrega completo.
Y allí fuerte se reconoce, y se crece y se lanza,
y avanza y levanta espumas, y salta y confía,
y hiende y late en las aguas vivas, y canta, y es joven.
Así, entra con pies desnudos. Entra en el hervor, en la plaza.
Entra en el torrente que te reclama y allí sé tú mismo.
¡Oh pequeño corazón diminuto, corazón que quiere latir
para ser él también el unánime corazón que le alcanza!
He elegido este poema por el mensaje que yo logro entender en el poema y este es el de quedarse quieto y avanzar en la vida buscarse a si mismo siempre siguiendo hacia adelante hablado y relacionándose con la gente.
Un mensaje que creo motivador y siendo uno de os poemas sin motivo religioso , amoroso(temas que no me gustan) y sin un motivo negativo o pesimista que he podido encontrar y que al menos creo haber entendido.
Cristian Pacheco Sánchez T2A
POSESIÓN LUMINOSA
ResponderEliminarIgual que este viento, quiero figura de mi calor ser y,
despacio, entrar donde descanse tu cuerpo del verano;
irme acercando hasta él sin que me vea;
llegar, como un pulso abierto latiendo en el aire;
ser figura del pensamiento mío de ti, en su presencia;
abierta carne de viento, estancia de amor en alma.
Tú -blando marfil de sueño, nieve de carne,
quietud de palma, luna en silencio-,
sentada, dormida en medio de tu cuarto.
Y yo ir entrando igual que un agua serena,
inundarte todo el cuerpo hasta cubrirte, y,
entero, quedarme ya así por dentro como el aire en un farol,
viéndote temblar, luciendo, brillar en medio de mí,
encendiéndote en mi cuerpo,
iluminando mi carne toda ya carne de viento.
Prados, Emilio
El poema que he seleccionado es Posesión luminosa, de Emilio Prados, malagueño que murió en el exilio en México. Pertenece a Cuerpo perseguido (1927-28, publicado en 1946) un poemario de su primera etapa: mezcla de surrealismo, neopopularismo y vanguardias.
He elegido este poema entre muchos que he leído de todos los demás autores, pero sin embargo; este que fue el primero, ha sido – también – el definitivo.
Me gusta por la cercanía a la poesía actual: verso libre, no hay rima clara,… es claro en el tema (el deseo), pero contiene metáforas complejas y bellas como nieve de carne, quietud de palma, luna en silencio,…
A pesar de carecer de rima, el poema posee mucha sonoridad y ritmo conseguido mediante otros recursos, con los que me veo identificada, pues yo también los uso al escribir: hipérbaton en el primer verso, sucesión de metáforas, oraciones muy breves para conseguir rapidez,… los dos últimos versos que engloban la metáfora que más me gusta del poema (carne de viento) y la repetición de carne (palabra muy sustancial en este poema cuyo tema es el deseo carnal que produce el amor) fueron los que me hicieron decidirme finalmente por este poema.
En poetas actuales el tema del amor y el deseo, es un tema muy recurrente. La sutileza con que muchos autores saben abordar este tema haciendo mucho uso de la alegoría para expresar lo que sienten y lo que desean me gusta especialmente. Tal y como hace en este poema Emilio Prados. Aunque también, actualmente, se ha conseguido y se valora la poesía erótica que se muestra sin tanto adorno, ni tapadera, siendo igualmente bonita y quizás sí, más bruta e intensa.
LA VOZ A TI DEBIDA de Pedro Salinas
ResponderEliminar(Versos 494 a 521)
Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».
He escogido este poema no solo por su contenido sino a su vez lo que representa dentro de esta generación el trabajo de Pedro Salinas. Por muchos ha sido reconocido como el poeta del amor de esta generación, un tema predilecto para mí en poesía. En dicho poema de la obra LA VOZ A TI DEBIDA nos habla de un amor mutuo lleno de regocijo y sin ataduras. Pedro Salinas habla de la mujer y el hombre como uno solo como ya se ve durante todo el poemario de la obra.
Esta obra y junto a otra,RAZÓN DE AMOR (1936), nos dice su tema fundamental con una poesía clara, una rima por pares encadenados con metáforas, comparaciones y antítesis que nos sumergen en el propio tema amoroso del que trata.
Hace una alusión con un "tú" femenino que lo trata al final como un sinónimo del yo poniéndolo en el mismo nivel al "yo" poético.
Concluyendo me gustaría remarcar también como el autor cita el hecho de un amor puro, libre de retratos y engaños, un amor capaz de simbolizar la más bella naturaleza del amor verdadero.
'VIDA URBANA'
ResponderEliminarCalles, un jardín,
Césped -y sus muertos
Morir, no, vivir.
¡Qué urbano lo eterno!
Losa vertical,
Nombres de los otros.
La inmortalidad
Preserva su otoño
¿Y aquella aflicción?
Nada sabe el césped
De ningún adiós.
¿Dónde está la muerte?
Hervor de ciudad
En torno a las tumbas.
Una misma paz
Se cierne difusa.
Juntos, a través
Ya de un solo olvido,
Quedan en tropel
Los muertos, los vivos.
Jorge Guillén.
El poema elegido se corresponde a la oba 'VIDA URBANA' de Jorge Guillén, autor de la Generación del 27 que nace en Valladolid en 1893 y muere en Málaga en 1984, un año después de ser nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en 1983.
He elegido, primero, a este autor, debido a la importancia que le otorga al lenguaje, mostrando un gran interés por el orden de las palabras y las estrofas; además de la importancia que este autor le da al uso de las palabras, mediante un lenguaje muy elaborado.
He elegido esta obra debido al contraste que Jorge Guillén es capaz de hacer de dos lugares tan diferentes y compararlos para buscar relación entre ellos. Ese contraste se produce en un silencioso cementerio en medio de una gran ciudad, que es un lugar bullicioso y lleno de vida en contraposición del cementerio, que es un lugar fúnebre, callado y donde se para el tiempo.
También hace un paralelismo entre la muerte y la estación del otoño, esa estación donde las hojas de los árboles 'caen y mueren'.
En este poema, Jorge Guillén consigue hacer que un cementerio en medio de una gran ciudad, donde todo el mundo tiene prisa, la gente discute y no hay tiempo para pararse y reflexionar, parezca un 'oasis' en medio de un desierto, aislándolo completamente, haciendo que el hecho de estar en el cementerio contemplando las lapidas, sea la única manera de parar y reflexionar sobre la vida y darse cuenta de que la muerte llegará, y nosotros viviendo en un continuo estrés.
LA MEMORIA EN LAS MANOS.
ResponderEliminarHoy son las manos la memoria.
El alma no se acuerda, está dolida
de tanto recordar. Pero en las manos
queda el recuerdo de lo que han tenido.
Recuerdo de una piedra
que hubo junto a un arroyo
y que cogimos distraídamente
sin darnos cuenta de nuestra ventura.
Pero su peso áspero,
sentir nos hace que por fin cogimos
el fruto más hermoso de los tiempos.
A tiempo sabe
el peso de una piedra entre las manos.
En una piedra está
la paciencia del mundo, madurada despacio.
Incalculable suma
de días y de noches, sol y agua
la que costó esta forma torpe y dura
que acariciar no sabe y acompaña
tan sólo con su peso, oscuramente.
Se estuvo siempre quieta,
sin buscar, encerrada,
en una voluntad densa y constante
de no volar como la mariposa,
de no ser bella, como el lirio,
para salvar de envidias su pureza.
¡Cuántos esbeltos lirios, cuántas gráciles
libélulas se han muerto, allí, a su lado
por correr tanto hacia la primavera!
Ella supo esperar sin pedir nada
más que la eternidad de su ser puro.
Por renunciar al pétalo, y al vuelo,
está viva y me enseña
que un amor debe estarse quizá quieto, muy quieto,
soltar las falsas alas de la prisa,
y derrotar así su propia muerte.
También recuerdan ellas, mis manos,
haber tenido una cabeza amada entre sus palmas.
Nada más misterioso en este mundo.
Los dedos reconocen los cabellos
lentamente, uno a uno, como hojas
de calendario: son recuerdos
de otros tantos, también innumerables
días felices
dóciles al amor que los revive.
Pero al palpar la forma inexorable
que detrás de la carne nos resiste
las palmas ya se quedan ciegas.
No son caricias, no, lo que repiten
pasando y repasando sobre el hueso:
son preguntas sin fin, son infinitas
angustias hechas tactos ardorosos.
Y nada les contesta: una sospecha
de que todo se escapa y se nos huye
cuando entre nuestras manos lo oprimimos
nos sube del calor de aquella frente.
La cabeza se entrega. ¿Es la entrega absoluta?
El peso en nuestras manos lo insinúa,
los dedos se lo creen,
y quieren convencerse: palpan, palpan.
Pero una voz oscura tras la frente,
—¿nuestra frente o la suya?—
nos dice que el misterio más lejano,
porque está allí tan cerca, no se toca
con la carne mortal con que buscamos
allí, en la punta de los dedos,
la presencia invisible.
Teniendo una cabeza así cogida
nada se sabe, nada,
sino que está el futuro decidiendo
o nuestra vida o nuestra muerte
tras esas pobres manos engañadas
por la hermosura de lo que sostienen.
Entre unas manos ciegas
que no pueden saber. Cuya fe única
está en ser buenas, en hacer caricias
sin casarse, por ver si así se ganan
cuando ya la cabeza amada vuelva
a vivir otra vez sobre sus hombros,
y parezca que nada les queda entre las palmas,
el triunfo de no estar nunca vacías.
El poema que he seleccionado es La memoria en las manos, de Pedro Salinas. Pertenece a la trilogía amorosa que comprende los poemas: La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento, escritas durante su segunda etapa. En esta trilogía el amor entre el autor y la amada evoluciona hasta desaparecer.
He elegido este poema porque, aunque es el más extenso de los que he leído y he seleccionado como los que más me han gustado, estoy de acuerdo con el autor en lo que expone mediante su poesía. El tacto de una piedra le hace recordar al autor el momento que pasó con la amada y utiliza a esa piedra como una metáfora de las relaciones, de manera que expone su opinión basada en que las relaciones deben ser tomadas con calma, al igual que una piedra deja que pase el tiempo mientras se mantiene igual y otros seres mueren alrededor de esa piedra por tener tener más prisa. En ese momento que recuerda con su amada, sintió que el amor se escapaba por oprimirlo demasiado y dudó sobre cómo sería el futuro, ya que sólo podía acariciar esa cabeza esperando que no se acabe nunca ese momento.
Mediante este y otros poemas, Pedro Salinas representó un modo de acceder a la esencia de las cosas y de las experiencias vitales.
Sí. Cuando quiera yo
ResponderEliminarla soltaré. Está presa,
aquí arriba, invisible.
Yo la veo en su claro
castillo de cristal, y la vigilan
—cien mil lanzas— los rayos
—cien mil rayos— del sol. Pero de noche,
cerradas las ventanas
para que no la vean
—guiñadoras espías— las estrellas,
la soltaré. (Apretar un botón.)
Caerá toda de arriba
a besarme, a envolverme
de bendición, de claro, de amor, pura.
En el cuarto ella y yo no más, amantes
eternos, ella mi iluminadora
musa dócil en contra
de secretos en masa de la noche
—afuera—
descifraremos formas leves, signos,
perseguidos en mares de blancura
por mí, por ella, artificial princesa,
amada eléctrica.
El poema elegido es 35 BUJÍAS de Pedro Salinas, el poeta del amor. Escojo este poema ya que trata de un tema amoroso que junto al tema de la vida y la muerte son los que más me gustan y los que más fácil me son de reconocer cuando leo un poema.
Este poema me atrae porque es de los pocos que me ha resultado fácil encontrar el tema, y esto no es muy común en mi. Por otra parte también me ha atraído este poema ya que la primera vez que lo leí lo hice como si fuese una historia de castillos y guerras.
GOZO DEL TACTO
ResponderEliminarEstoy vivo y toco.
Toco, toco, toco.
Y no, no estoy loco.
Hombre, toca, toca
lo que te provoca:
seno, pluma, roca,
pues mañana es cierto
que ya estarás muerto,
tieso, hinchado, yerto.
Toca, toca, toca,
¡qué alegría loca!
Toca. Toca. Toca.
He elegido este poema de Dámaso Alonso el cual era un poema madrileño de la generación del 27, por que tiene una rima la cual me ha llamado la atención, habla sobre la vida y la muerte el cual es uno de los pocos temas que me gustan de poesía y ademas es facil de entender.
Deseo
ResponderEliminarSólo tu corazón caliente,
Y nada más.
Mi paraíso, un campo
Sin ruiseñor
Ni liras,
Con un río discreto
Y una fuentecilla.
Sin la espuela del viento
Sobre la fronda,
Ni la estrella que quiere
Ser hoja.
Una enorme luz
Que fuera
Luciérnaga
De otra,
En un campo de
Miradas rotas.
Un reposo claro
Y allí nuestros besos,
Lunares sonoros
Del eco,
Se abrirían muy lejos.
Y tu corazón caliente,
Nada más.
(
Esta obra pertenece a 'Libros de poemas', de Federico García Lorca (1921). Esta obra es su primer libro de poemas. He escogido este poema porque expresa qué es para el poeta lo ideal: estar con el ser querido y nada más. Hace también una crítica a la poesía medieval, ya que en ella se ensalzaban las fuentes, los pájaros cantando, etc y en este poema expresa que todo esto es innecesario. Además, me impresiona la capacidad de Lorca de sumirnos en el ambiente que el desea con tan pocas palabras y tan simples.
INSOMNIO, Gerardo Diego
ResponderEliminarTú y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes. No. No lo sabes. Yo en desvelo,
y tú, inocente, duermes bajo el cielo.
Tú por tu sueño, y por el mar las naves.
En cárceles de espacio, aéreas llaves
te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alce hasta ti las alas de mis aves.
Saber que duermes tú, cierta, segura
-—cauce fiel de abandono, línea pura—-,
tan cerca de mis brazos maniatados.
Qué pavorosa esclavitud de isleño,
yo, insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, tú por tu sueño.
El poema que he escogido es Insomnio de Gerardo Diego, uno de los representantes de la Generación del 27. Este poema se incluye en su obra Alondra de verdad (1941), perteneciente a su primera etapa de poesía relativa, de tipo tradicional, donde el poeta fusiona el romanticismo de Bécquer y el modernismo de Juan Ramón Jiménez; compuesta por 42 sonetos.
En este poema, Gerardo Diego describe a la amada dormida a su lado, inaccesible. Lo he escogido por la intensidad con la que el “yo poético” habla de su amor no correspondido, transmitiendo esa angustia y cómo se siente esclavo de sus sentimientos. El poeta compara con maestría el plácido sueño de la amada con el insomnio que lleva a la locura al “yo poético”. Usa monosílabos y frases que dan dinamismo al poema (“Duermes. No. No lo sabes. Yo en desvelo”), y con los que insiste en que ella está dormida mientras él sufre de insomnio y de desamor. Además destacan las metáforas (“Hielo, cristal de aire en mil hojas” donde Gerardo Diego habla de su corazón roto en mil pedazos; “brazos maniatados” “esclavitud de isleño” para referirse a su amor reprimido y no correspondido) con las que el autor es capaz de transmitir, en apenas una frase, sus sentimientos tan profundos. Por este sorprendente uso del lenguaje, mediante el que el autor me hace sentir emociones tan intensas en tan solo unos versos he elegido este poema.
BESO, Manuel Altolaguirre
ResponderEliminar¡Qué sola estabas por dentro!
Cuando me asomé a tus labios
un rojo túnel de sangre,
oscuro y triste, se hundía
hasta el final de tu alma.
Cuando penetró mi beso,
su calor y su luz daban
temblores y sobresaltos
a tu carne sorprendida.
Desde entonces los caminos
que conducen a tu alma
no quieres que estén desiertos.
¡Cuántas flechas, peces, pájaros,
cuántas caricias y besos!
El poema que he escogido es de Manuel Altolaguirre,poeta que nació en Málaga en 1905, y murió en Burgos en 1959. Fue fundador de la revista poética Ambos, en colaboración con José María Hinojosa y José María Souvirón; co-dirigió con Emilio Prados la revista Litoral, entre otras acciones. En la guerra civil luchó al lado de la República, y en febrero de 1939 abandona España y se traslada primero a Cuba y luego a México, donde transcurrirá todo su exilio.
La poesía de Manuel Altolaguirre está en su mayoría fundamentada en sus sentires de soledad, muerte y desesperanza representados por elementos de la naturaleza como el agua y la vegetación.
He escogido este poema por la representación del tema de la figura femenina, más que nada la de la madre, el que es el motor del gran tema del malagueño, y que a veces se logra dibujar muy claramente ligado a sus tópicos primordiales, pero que otras se encuentra un
tanto distante.
Además, el poema es característico ya que omite una característica clásica de Altolaguirre: la presencia de elementos vegetales y acuíferos y al no estar estos es automático que los sentimientos de soledad, muerte y anhelo de libertad están también ausentes, centrándose en otro tema más bonito y alegre y es por lo mismo por lo que decidí elegirlo.
ENRIQUE CORTÉS GALÁN - AYER TE BESÉ EN LOS LABIOS
ResponderEliminarAyer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
Rojos. Fue un beso tan corto
Que duró más que un relámpago,
Que un milagro, más.
El tiempo,
Después de dártelo
No lo quise para nada
Ya, para nada
Lo había querido antes.
Se empezó en él, se acabó en él.
Hoy estoy besando un beso;
Estoy solo con mis labios.
Los pongo
No en tu boca, no, ya no
-¿A dónde se me ha escapado?-
Los pongo
En el beso que te di
Ayer, en las bocas juntas
Del beso que se besaron.
Y dura este beso más
Que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
Ni una boca lo que beso,
Que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.
He cogido este poema de Pedro Salinas porque me gusta como habla de un beso como algo más que un contacto físico, como un recuerdo que queda grabado en la mente del que besa. Me parece muy bonito y además me ha dado que pensar porque me ha hecho sentir algo que ya había olvidado.
Un día y otro día y otro día.
ResponderEliminarNo verte.
Poderte ver, saber que andas tan cerca,
que es probable el milagro de la suerte.
No verte.
Y el corazón y el cálculo y la brújula,
fracasando los tres. No hay quien te acierte.
No verte.
Miércoles, jueves, viernes, no encontrarte,
no respirar, no ser, no merecerte.
No verte.
Desesperadamente amar, amarte
y volver a nacer para quererte.
No verte.
Sí, nacer cada día. Todo es nuevo.
Nueva eres tú, mi vida, tú, mi muerte.
No verte.
Andar a tientas (y era mediodía)
con temor infinito de romperte.
No verte.
Oír tu voz, oler tu aroma, sueños,
ay, espejismos que el desierto invierte.
No verte.
Pensar que tú me huyes, me deseas,
querrías encontrarte en mí, perderte.
No verte.
Dos barcos en la mar, ciegas las velas.
¿Se besarán mañana sus estelas?
El poema que he escogido es de Gerardo Diego, quien nació el 3 de octubre de 1896 en Santander y murió en Madrid el 8 de julio de 1987. En 1925 obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Elaboró las dos versiones de la famosa "Antología" de poesía que dio a conocer a los autores de la Generación del 27, a la que pertenecía. La Guerra Civil estalla cuando se halla de vacaciones en Sentaraille (Francia). Gerardo Diego tomó partido por el bando sublevado cuando estalla la Guerra Civil y permaneció, por tanto, en España al finalizar la misma.
He elegido este poema por su tema: el dolor que siente el poeta ante la imposibilidad de ver a su amada, ya que pienso que todos nos podemos ver identificados con él, pues todos hemos echado alguna vez de menos a alguna persona querida. Además, es un poema fácil de entender y su tema, el amor, es mi favorito en la poesía.
En el poema destaca principalmente el paralelismo utilizado en todas sus estrofas, con la repetición de "No verte", que le da musicalidad y además establece el tema del poema. Si relacionamos los sentimientos de melancolía y amor expresados en el poema con la vida de Gerardo Diego podemos llegar a la conclusión de que escribió este poema en el periodo de tiempo en el que no pudo ver a su esposa, Germaine Marin, que era de Sentaraille cuando estalla la guerra civil.
GIRALDA, Gerardo Diego
ResponderEliminarGiralda en prisma puro de Sevilla,
nivelada del plomo y de la estrella,
molde en engaste azul, torre sin mella,
palma de arquitectura sin semilla.
Si su espejo la brisa enfrente brilla,
no te contemples ay, Narcisa, en ella,
que no se mude esa tu piel doncella,
toda naranja al sol que se te humilla.
Al contraluz de luna limonera,
tu arista es el bisel, hoja barbera
que su más bella vertical depura.
Resbala el tacto su caricia vana.
Yo mudéjar te quiero y no cristiana.
Volumen nada más: base y altura.
Gerardo Diego (1896-1987), poeta y escritor español de la Generación del 27. En 1925 obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Miembro de la Real Academia Española desde 1947, le fue concedido el Premio Cervantes en 1979.
Su poesía comprende poemas tradicionales, sonetos, décimas o romances.Su inclinación por las vanguardias caracteriza su poesía. Este poema, es un soneto, titulado Giralda y pertenece al libro “Alondra de verdad”.
En el poema, Gerardo Diego desea que La Giralda conserve su carácter geométrico de los adornos musulmanes, sin los añadidos cristianos posteriores. He elegido este poema, porque describe la Giralda de Sevilla, de una forma muy matemática, describe su geometría pura, y la belleza de su arquitectura. Y por ese juego entre la geometría y la arquitectura, me parece un poema distinto, digno de ser leído.
Romance del Duero, Gerardo Diego, José Antonio Ruiz Castelló
ResponderEliminarRío Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,
sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
En el poema de Gerardo Diego describe un encuentro en el río Duero sobre enamorados y el tema principal es el amor y la descripción de un paisaje, como es el río Duero
Romance del Duero, Gerardo Diego, José Antonio Ruiz Castelló
ResponderEliminarRío Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,
sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
En el poema de Gerardo Diego describe un encuentro en el río Duero sobre enamorados y el tema principal es el amor y la descripción de un paisaje, como es el río Duero
PERFECCIÓN, Jorge Guillén
ResponderEliminarQueda curvo el firmamento,
Compacto azul, sobre el día.
Es el redondeamiento
Del esplendor: mediodía.
Todo es cúpula. Reposa,
Central sin querer, la rosa,
A un sol en cénit sujeta.
Y tanto se da el presente
Que al pie caminante siente
La integridad del planeta
En este poema de Jorge Guillen se expresa la belleza y perfección que posee nuestro mundo, en concreto en este poema sobre el trascurso del sol de todos los días.
Marina González Fernández.
ResponderEliminarSí: tú me buscas.
A veces en la noche yo te siento a mi lado,
que me acechas,
que me quieres palpar,
y el alma se me agita con el terror y el sueño,
como una cabritilla, amarrada a una estaca,
que ha sentido la onda sigilosa del tigre
y el fallido zarpazo que no incendió la carne,
que se extinguió en el aire oscuro.
Sí: tú me buscas.
Tú me oteas, escucho tu jadear caliente,
tu revolver de bestia que se hiere en los troncos,
siento en la sombra
tu inmensa mole blanca, sin ojos, que voltea
igual que un iceberg que sin rumor se invierte en el
agua salobre.
Sí: me buscas.
Torpemente, furiosamente lleno de amor me buscas.
No me digas que no. No, no me digas
que soy náufrago solo
como esos que de súbito han visto las tinieblas
rasgadas por la brasa de luz de un gran navío,
y el corazón les puja de gozo y de esperanza.
Pero el resuello enorme
pasó, rozó lentísimo, y se alejó en la noche,
indiferente y sordo.
Dime, di que me buscas.
Tengo miedo de ser náufrago solitario,
miedo de que me ignores
como al náufrago ignoran los vientos que le baten,
las nebulosas últimas, que, sin ver, le contemplan.
ALONSO, DÁMASO
He escogido este poema, ya que me pareció interesante como Dámaso Alonso muestra su temor y respeto hacia Dios, a lo largo de todo el poema podemos percibir una sensación de terror y al mismo tiempo de necesidad, que refleja perfectamente el sentimiento existencial y el papel que juega Dios dentro de este sentimiento,también me llamó la atención que comienza el poema dirigiéndose a Dios sin ningún tipo de trato especial, afirma rotundamente que Dios se encuentra en busca de él también pide aliviar su sensación de soledad, y reconoce la necesidad que tiene de estar cerca de él donde se puede ver la angustia existencial del poeta produce esas dudas de fe que le llevan a llamar a Dios desesperadamente. Por estos motivos y porque me parece un poema precioso y lleno de sentimientos lo escogí.
Mario Casermeiro Cobos
ResponderEliminarLa mujer tendida
Verte desnuda es recordar la Tierra.
Verte desnuda es recordar la Tierra.
La Tierra lisa, limpia de caballos.
La Tierra sin un junco, forma pura
cerrada al porvenir: confín de plata.
Verte desnuda es comprender el ansia
de la lluvia que busca débil talle
o la fiebre del mar de inmenso rostro
sin encontrar la luz de su mejilla.
La sangre sonará por las alcobas
y vendrá con espada fulgurante,
pero tú no sabrás dónde se ocultan
el corazón de sapo o la violeta.
Tu vientre es una lucha de raíces,
tus labios son un alba sin contorno,
bajo las rosas tibias de la cama
los muertos gimen esperando turno.
Este poema pertenece a Federico García Lorca, uno de los poetas más destacados de la generación del 27. He escogido este poema porque me llama la atención las comparacaiones que hace el autor, además de que es fácil de entender
Martín Trujillo Pérez, yo he escogido un poema de Ernestina de Champourcín por ser una de las pocas mujeres reconocidas en la generación del 27, y además me hacía gracia su apellido
ResponderEliminar.He escogido el segundo poema de su libro "cárcel de los sentidos" porque me transmite el mensaje de que el ser humano tiene una necesidad de conocer o de tener un conocimiento puro y en el momento en el que lo alcance no tendrá otro propósito en la vida, dudo mucho que esa fuera la intención de la autora, pero a mí me transmite eso.
Por beber tu pureza
no tocaré ya el agua...
-Labios secos,febriles
de apetencias insanas,
¡Que sed tan redentora
la que hoy los resquebraja!
Por este manantial
de infinito que guardas
voy dejando las fuentes
de mi camino intactas
Por beber tu pureza
no tocaré ya el agua.
lo que quiero es la estrella
que en su fondo me aguarda.
LOS CONTADORES DE ESTRELLAS
ResponderEliminarYo estoy cansado.
Miro
esta ciudad
—una ciudad cualquiera—
donde ha veinte años vivo.
Todo está igual.
Un niño
inútilmente cuenta las estrellas
en el balcón vecino.
Yo me pongo también...
Pero él va más deprisa: no consigo
alcanzarle:
Una, dos, tres, cuatro,
cinco...
No consigo
alcanzarle: Una, dos...
tres...
cuatro...
cinco...
He elegido este poema de Dámaso Alonso porque por varios motivos ha sido el que mas me ha gustado de todos los que he leido.
En primer lugar es un poema sencillo, fácil de entender y trata un tema claro, que vive cansado porque la vida es siempre igual.
Y en segundo lugar tiene una bonita rima y gran musicalidad, que es para mi algo imprescindible en un poema. Odio los poemas sin rima alguna.
Francisco Linares Gámez